TUTORIAL 4
​RECOMENDACIONES
Más allá de la vocalización (articulación), la dicción se refiere a la forma global de expresión del idioma. En términos generales, a su locución.
No importa que algunas recomendaciones sean reiterativas. En el aprendizaje también: "lo que abunda no hace daño".
​Lea diariamente, en voz alta, párrafos de artÃculos selectos, poesÃas, fragmentos de narraciones, etc. Hágalo sin prisa. ¡Ojo! la prisa es mala consejera en la locución.
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​Cuando lea, hágalo de pie y levante el texto a la altura de su cara (no incline la cabeza): respirará mejor.​
​​Piense siempre que está locutando ante un micrófono. Convénzase que es un buen locutor.
​Tome un párrafo, de unas cuatro lÃneas. TranscrÃbalo eliminando todos los signos de puntuación (comas, puntos, signos de interrogación, etc.). Lea el párrafo sin los signos de puntuación (lógicamente no encontrará sentido) y, luego, vuelva a decirlo pero poniéndole mentalmente los signos.
​Improvise una charla de dos minutos sobre cualquier tema, y, grabe esa improvisación. Escúchese y analice en qué tropezó. ¿Argumento?. ¿Énfasis? ¿Conocimientos? ... ¿qué faltó?
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A lo mejor le parecieron muy largos los dos minutos; o no pudo coordinar bien sus ideas, o no se acordó más ... Ahora que ya reflexionó, tome un papel y escriba una sinopsis breve de lo que dijo y lo que pudo haber dicho en su improvisación.
​Ahora sÃ, vamos nuevamente a improvisar la charla de dos minutos sobre el mismo tema. Se dará cuenta de la diferencia que existe entre improvisar sin un esquema mental e improvisar con el cuadro de referencia.
​Siempre que deba improvisar, trace mentalmente un cuadro sinóptico de los cinco puntos básicos, poniendo énfasis en el primero y el último. (Eso le dará confianza en usted mismo). Exponga sus ideas en orden y sin precipitación. Si habla de prisa se le agotará el tema pronto y puede tener tropiezos. Tampoco debe exagerar la lentitud de exposición. Improvise con un ritmo natural y voz convencida. (Eso demostrará conocimiento, serenidad y firmeza). Recuerde que entre los oradores, los mejores improvisadores son los que jamás improvisan.
De vez en cuando, trate de imitar a buenos locutores. Esta sugerencia no es para que plagie estilos, sino para que compare las entonaciones, la velocidad o el ritmo, los énfasis; y, sobre todo, el sentido que dan a sus lecturas o diálogos.
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Lea muchos (muchos textos); escuche mucho (buenas locuciones), y calle mucho (no presuma de aprendiz de locutor).
Entre sus lecturas se encontrará con nombres extranjeros cuya pronunciación le sea difÃcil o desconocida.
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Por último, recuerde que algunas formas elementales de pronunciación extranjera pueden ser de su utilidad alguna vez.
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RECUERDE!
Usted es locutor en la cabina de radio, entonces debe serlo también en la calle, en su hogar, cuando hable con sus amigos y familiares. Conserve la misma entonación de locutor, esto le sirve de ejercicio continuo.​
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​Los buenos locutores son personas que tomaron en serio su profesión, que entrenaron sus voces con mucho esfuerzo y dedicación durante largo tiempo, lo que les enseño que lo tienen que seguir haciendo durante todo el tiempo que estén ejerciendo su profesión.
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El mal locutor lee los ejercicios una sola vez creyendo que con hacer esto ya es un "Locutor".
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Estos ejercicio que le entregamos en estos tutoriales le indican a usted que debe investigar continuamente como cualquier profesional dentro de su área.​
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Practique, practique y siga....practicando.